¡Bienvenidos de nuevo, Habitantes de La Madriguera!
Volvemos a traer a La Cocina de La Madriguera una receta de esas que quitan el hipo y rebañas el plato con pan (y hasta con la lengua, si hace falta).
Así que hoy para comer tenemos: ¡espaguetis con salsa de mejillones!
Ñam, ñam, ñam... Si los de nata y salmón os gustaron (vale, ya me han chivado que algun@ hay por ahí que el salmón nanai de la china) pues no os hacéis una idea de lo buenísimos que están estos hasta que no los probéis (luego me contáis que me gusta saber qué os parece). Además son muy facilitos (últimamente parece que me he abonado a recetas fáciles... Ya pondré una de ramen, ya)
¡Pero no nos enrollemos más y vamos al lío que se nos va el tiempo de las manos!
INGREDIENTES: (5 pers)
- 500 gr de espaguetis (o lo que viene siendo medio kilo, vaya. Pero en gramos suena a engordar menos)
- 1 cebolla (¡a llorar todo el mundo!)
- 1 kg de mejillones frescos (o si no queréis pararos o están carisísimos de la muerte, con un par de latas de mejillones al natural también vale)
- 1 lata de mejillones en escabeche
- 300 ml de nata líquida para cocinar.
- 1 vasito de vino blanco (a mí me gusta ponerle mejor uno de fino, que para eso es de mi tierra)
- 1 guindilla cayena
- 1 limón
- 1 hoja de laurel
- cebollino y perejil frescos (si no tenéis, no pasa nada, probad con el que viene en frascos)
- sal al gusto
- aceite de oliva
MODO DE HACER:
En primer lugar, ponemos a cocer la pasta con agua hirviendo, sal al gusto y el laurel (laurel forever, ya sabéis...) el tiempo que indique el fabricante.
Al mismo tienpo abrimos los mejillones con un chorrito de vino blanco (o fino) y un poco de limón troceado. Una vez abiertos, los sacamos de sus conchas y los picamos finamente y los reservamos.
Podemos dejar unos pocos enteros para darle un no se qué que qué se yo al plato.
En una sartén con aceite, ponemos a pochar la cebolla picada (a estas alturas ya habremos llorado un rato, aunque dicen que si las cortas debajo del agua, no lloras) la guindilla y la lata de mejillones en escabeche (con su escabeche y todo).
Cuando la cebolla esté pochada, vertemos la nata y dejamos que reduzca y espese. Veréis que conforme vaya reduciendo la salsa, los mejillones se van deshaciendo, que no os creáis que se hace sola, hay que ir dádole vueltas, ¿eh?
Y aquí es cuando variamos la receta, si andamos con prisas o con vaguerío (que todo puede ser, que un@ no siempre está al 100% oiga). Si no queremos o no podemos pararnos con los mejillones, los compramos enlatados al natural, los picamos finitos, les echamos el zumo del limón y seguimos los pasos de la receta con ellos, añadiendo el vino blanco (venga, repetid conmigo: O fino!) a la nata directamente.
TRUCAZO: Si ponemos una lata en escabeche normal y otra picante le damos un toque super rico (en ese caso no añadais la guindilla a la sartén, ¡no os paséis, que os conozco!)
Escurrimos la pasta (acordaos de quitar la hoja de laurel que si no queda feo, por favor), mezclamos con la salsa, incorporamos los mejillones al vapor (o los que teníamos de lata) y espolvoreamos con las especias y volvemos a mezclar.
¡Pis pas! Tenemos lista nuestra receta riquísima y baratita. Ya sólo nos queda ponerlo en el plato (un poco bonito y esas cosas) y disfrutar como enanos. En este caso no os hablo de cocina de aprovechamiento porque no os quedará nada de nada.
Y esto es todo. Espero que os animéis a probarlos y ya me diréis
si os han gustado y han tenido éxito, que me encanta leeros cuando
comentáis.
¡Nos vemos en la siguiente historia! ¡Abrazo fuerte de oso!
Nunca se me hubiera ocurrido cocinar con mejillones en escabeche y me encantan! Esta receta la hago sí o sí....¡Ya te contaré!
ResponderEliminarYa verás lo buenísimos que están!!! Aquí han pasado a ser un clásico!!
EliminarYa me contarás preciosa mía!!
Un besote!!
Tengo que ver si al Peque le gustan los mejillones, que nunca los ha probado, y se los hago un día :D
ResponderEliminarA ver si le gustan y te animas a cocinarlos!!!
EliminarYa verás qué ricos que están!!
Un besote!!