2/11/16

Hoy para comer tenemos: Patatas al horno con bechamel


¡Bienvenidos de nuevo, Habitantes de La Madriguera!

Hoy ponemos de nuevo en marcha los fogones de La Cocina de La Madriguera para traeros una receta súper facilita y riquísima con la que os dejarán los platos hasta relucientes después de rebañarlos a fondo.
Así que preparad los estómagos que hoy para comer tenemos: patatas al horno con bechamel.

Mmmmm... Es pensar en las patatas y empezar a salivar como si no existiera el mañana, parezco el perro de Pavlov... Y eso que la receta muy ligth no es peeeero reconforta el estómago (y el alma, esta es una de esas recetas que quitan las penas, ya lo veréis)
Además es muy sencillita de hacer (que si, que me he abonado a las recetas facilonas, pero cuando os ponga la del ramen ya me diréis que vuelva a las fáciles, ya)
Pero no nos enrollemos más: espartanooos, cuchillos en alto y... ¡A cocinaaaaaaar! ¡Au, au, au! 

INGREDIENTES: (4 pers. o menos, depende de lo que consigáis u os dejen pescar de la cazuela)

- 8 o 9 patatas grandes (si, si, grandes, que luego no sobra nada)
- 500 ml de bechamel (para los prácticos como yo, hay bechamel ya hecha buenísima, si no, la podemos hacer con leche, mantequilla, harina y paciencia, mucha paciencia)
- pimienta negra molida, comino molido, nuez moscada molida, jengibre molido, al gusto
- estragón  (opcional, le da un gusto muy rico a la bechamel)
- queso rallado para gratinar

MODO DE HACER:


Lo primero es lo primero: hay que pelar bien las patatas, cortarlas en rodajas más o menos finas, como para hacer tortilla de patatas (bueno, algo más finas que eso, si) y enjuagarlas para quitarles todo el almidón que dicen que así se fríen mejor y no se pegan. Salarlas al gusto y a la sartén a freirlas por tandas hasta que estén bien doraditas y algo crujientes. 
Habrá quién llegados a este punto esté clamando a todos los dioses del olimpo porque salo las patatas antes de freírlas (mi mediolimón, por ejemplo. Él es más de salarlas una vez fritas, pero así no quedan igual, qué queréis que os diga)
Una vez listas y pasadas por papel de cocina para empapar el aceite sobrante, las colocamos en una fuente de horno y reservamos.


Ahora, adelante con la bechamel. Para quien disponga de tiempo y quiera hacer una bechamel casera, lo único que necesita es 1 litro de leche a temperatura ambiente, 120gr de mantequilla, 120 gr de harina de trigo, nuez moscada, sal y pimienta.
Para hacerla, en una sarten derretimos la mantequilla a fuego medio y una vez que lo tengamos, vamos añadiendo la harina poco a poco, removiendo con unas varillas, hasta que quede una masa cremosa amarillenta, así vamos cociendo la harina y la bechamel no sabrá a harina cruda.
A continuación vamos añadiendo la leche poco a poco mientras removemos para que todo quede bien ligado y mantenemos la salsa, sin parar de remover, a fuego bajo, hasta que adquiera la textura deseada. Lo de sin parar de remover no es broma que si no os saldrán grumos a tutiplen y eso no mola, las salsas no hay que masticarlas, ¡bárbaros!
En ese momento le podemos añadir la sal y las especias y voilà, ya tenemos nuestra bechamel casera.
Yo suelo añadir también comino y jengibre que le aportan un toque muy especial a la salsa.


Para los que vamos con prisas siempre y nos parece una estupendísima idea que vendan la bechamel hecha, ponemos en un cazo la que tenemos, la calentamos y le añadimos las especias: nuez moscada, pimienta negra, comino y jengibre.
Si queréis añadirle el estragón también, lo dejo a vuestra elección. Id probando y descubriréis todo un mundo nuevo.

Una vez que tenemos lista la bechamel, la vertemos en la fuente de patatas que habíamos reservado y recubrimos con el queso rallado.


Con el horno precalentado a unos 200º, metemos nuestras patatas con la función de gratinado del horno y hasta que se gratinen un poquito. ¡Un poquito! Nada de chumarrascarlas que ya no saben igual, por Thor.

Y ¡tachán! ya tenemos lista nuestras patatas riquísimas y baratitas. Ahora a servirlas y a disfrutarlas calentitas que veréis qué gozada. 

Hoy tampoco vamos a hablar de cocina de aprovechamiento porque tampoco nos quedará nada de nada.
 
 
Y esto es todo. Animaos a probarlas y contadme si os han gustado y han tenido éxito, que me encanta leeros cuando comentáis.
¡Nos vemos en la siguiente historia! ¡Abrazo fuerte de oso!
 

4 comentarios:

  1. Últimamente no parais de ponerme recetas ricas ricas en la redes y una que es de buen comer se le.hace la boca agua jejejeje

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    1. Jajajajaja anímate a probarlas y me cuentas qué te parecen!!
      Gracias por pasar un ratito en La Madriguera, bonita mía!!! ❤❤❤
      Abrazo fuerte de oso!!!

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  2. Yeeeaahhh! Ya tengo receta para el finde!!! Que cosa más buena hija mía, por dios. Me ha encantado!

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    1. Jajajajajaja me alegro de que te guste la receta!! Ya nos cuentas el exitazo el finde!!
      Gracias por pasar un ratito en La Madriguera, preciosa!!! ❤❤❤

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