¡Bienvenidos de nuevo, Habitantes de La Madriguera!
Hoy vamos a aprender a hacer unos falsos boquerones en vinagre o lo que viene siendo un trampantojo (sí, sí, como lo oís) por petición de mi amiga Tina, a la que le pirran los boquerones. ¡Tanto como para comérselos en bocadillo! (Cosa que tengo que probar, que tiene pinta de estar buenísimo)
Esta receta ha caído en mis manos recientemente (desconozco de dónde la han sacado) y me aseguraban que no me iba a defraudar. ¡Y qué razón llevaban! Jamás me habría imaginado que una verdura como los calabacines (ya sé, últimamente parece que les tengo querencia) llegaran a saber a boquerones en vinagre de verdad...
Al usar calabacín para la receta, nos queda un plato bastante económico. Además, así nos ahorramos estar limpiando boquerones que parece que se reproducen en el cuenco.
Pero bueno, pongámonos manos a la obra con la receta que es muy muy sencillita (aunque os pueda parecer difícil, cosa que dudo)
Así que hoy para comer tenemos: Falsos boquerones en vinagre.
INGREDIENTES:
- 1 ó 2 calabacines (según el hambre que tengáis o las personas que los caten)
- 1 puñado de alga WAKAME seca (la podéis encontrar en tiendas de alimentación chinas que cada vez hay más y con mucha variedad de productos)
- 3 ó 4 ajos enteros (eso es algo que va a gusto de cada uno)
- Perejil.
- Aceite.
- Vinagre
- Sal
MODO DE HACER:
Empezamos pelando bien los calabacines, sacando cintas con un pelador (sin llegar a las pepitas, ya sabéis)
y poniéndolas en remojo para dejarlas bien limpitas del dichoso "caldipuchi" que sueltan (que os prometo que se te pega a las manos y pasas las de Caín para que queden limpias)
El calabacín sobrante lo podemos guardar para hacer una crema o un caldo de verduras o tortilla... Que me gusta una cocina de aprovechamiento, oye...
Mientras se van limpiando las cintas, pelamos y picamos pequeñitos los ajos y los ponemos en un mortero junto con el resto de ingredientes (el puñado de WAKAME, perejil, aceite, sal y vinagre. Esto es un poco a ojo, según os gusten de fuertes los boquerones) y lo majamos bien. Es algo que pueden hacer los peques con nosotros, que seguro que les encanta.
¡A darle a la muñeca chicos! Y no os vayáis por los cerros de Úbeda, que os estoy escuchando pensar barbaridades desde aquí y hay ropa tendida (gente menuda, vaya)
Ahora ya estaréis flipando con el olor que suelta el majado y si lo vais probando (muy recomendable para ver cómo va quedando) os quedaréis "muertos mataos" al reconocer perfectamente el sabor de los boquerones en vinagre.
Una vez que tenemos listo el majado, escurrimos bien las cintas de calabacín y las ponemos en el tupper en el que las vayamos a conservar hasta que las utilicemos. Las mezclamos bien con el majado anterior (a mi me encanta meterlos en un tupper redondo, poner la tapa y agitarlo) y cuando ya estén bien mezcladas, las dejamos reposando un mínimo de 3 horas en el frigorífico.
Con el tiempo de reposo la cintas de calabacín van tomando sabor así que cuanto más tiempo reposen, más ricas estarán.
Cuando vayáis a comerlas, ponedlas apañaditas para que den el pego como boquerones. Recordemos que es un trampantojo bastante sencillito y muy resultón.
¡Y listo! Ya podemos invitar a la cata a quien queramos que vamos a quedar de miedo. O comérnoslos solos, egoístamente hablando, que están que te mueres.
Esto es todo. A ver qué os parece la receta y contadme si la habéis probado y qué tal os queda, que ya sabéis lo que me gusta leeros.
¡Nos vemos en la siguiente historia! ¡Abrazo fuerte de oso!
0 comentarios:
Publicar un comentario